Es un edificio de oficinas en el corazón de Palermo. Los autores del proyecto concibieron la obra con un lenguaje arquitectónico sencillo donde los elementos constructivos se trabajan también como terminaciones. La calidad de los materiales empleados y la exigencia en los detalles resultaron en una obra sobresaliente. En las fundaciones se utilizó el sistema de micropilotes pos-inyectados.

El encofrado de las losas de hormigón a la vista en las plantas libres del edificio se realizaron con fenólicos recubiertos con film de origen brasilero, masillando las juntas y nivelando con equipos láser el sistema industrializados de vigas y puntales metálicos. Ninguna de las pruebas de pintura o tratamiento que se hicieron sobre las losas superó a la terminación lograda en el hormigón crudo y el comitente decidió dejar las losas a la vista sin ningún tipo de intervención.