Una obra donde se reemplazó al contratista que venía trabajando en albañilería y terminaciones, para finalizar algunos trabajos y rehacer otros. Una experiencia diferente en cuanto a presupuestos y certificaciones que requirió el máximo esfuerzo de los mandos medios, Jefes de Obra y Capataces, ya que en las mediciones de avance se mezclaban obra nueva, obra existente y obra re-hecha.

Un desafío a la buena voluntad en la relación comitente y empresa constructora. El resultado fue satisfactorio en cuanto a calidades, no tanto respecto de los tiempos y programación dada la dificultad para estimar rendimientos y los innumerables imprevistos / modificaciones que sucedían semana a semana.